Tras su victoria en las elecciones parlamentarias el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se comprometió a heredar las tareas inconclusas del asesinado exmandatario Shinzo Abe, incluida una enmienda constitucional para ampliar las capacidades militares del país. «Los problemas que él no pudo solucionar los haré míos», dijo Kishida, interpretando los resultados como una señal de que los japoneses «ven que estamos entrando en un punto de inflexión» y que les están «confiando el futuro del país».
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Asi lo señala el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren afirmando que el Gobierno...